Porque siempre hemos creido que las anecdotas familiares son dignas de contar, y no queremos que las de nuestra familia se olviden.

Avi Guillermo  

Posted by: Elvira in

Os quería contar otra historia de fantasmas, pero a veces las historias tienen mas sentido si se conoce un poco a sus protagonistas, yo he escuchado tantas veces hablar de ellos en boca de mi madre, que casi es como si les viera, pero vosotros no, así que antes de explicaros la próxima anécdota, os quiero hablar un poco de mi abuelo, l'avi Guillermo, por que el será el protagonista mas de una vez en este blog, y por que hay vidas que en si mismas ya son dignas de contar, creo que si yo fuese capaz de ello, con la vida de mi abuelo tendría tema para una novela enterita, así que os voy a resumir cuatro cosas que considero relevantes para que le conozcáis un poquito, y así de paso le hago un pequeño homenaje y me acuerdo de el
Mi abuelo materno era lo que vulgarmente se llama un hijo de puta, y no por que fuese una mala persona, al contrario, era un hombre bueno, como se suele decir: trabajador, honrado y amante de su familia; Pero es que lo era en realidad, su madre, mi bisabuela, la yaya Carmen, era prostituta.
Era de Almeria y por lo visto se quedó embarazada a los 15 años, ella siempre decía que la había seducido "un general moro", pero mi madre me contaba que en realidad fue una violación, y tuvo tan mala fortuna que se quedó embarazada, en esa época ya sabemos que eso era una vergüenza, casi un crimen, así que cuando tuvo a mi abuelo, le puso sus apellidos y huyó del pueblo donde había nacido para venirse a Barcelona a trabajar, pero por lo visto en su situación eso no era fácil, así que se dedicó a la prostitución, y en medio de esa vida creció mi abuelo, para quien las cosas no fueron precisamente fáciles.



A los ocho años ya trabajaba para ayudar a mantener su casa, mas de una vez había tenido que defender a su madre de algún "cliente" con demasiada mala leche y se había enfrentado a mas de una navaja y para postre, no fue el único hijo que tuvo mi bisabuela, así que como era el mayor pronto se convirtió en el hombre de la casa. Tuvo dos hermanos mas Manolo y Paco ( de este os voy a contar una mas adelante)y también una hermana, Pepita, a quien quiso mucho (de ella es de quien os voy a hablar en la siguiente entrada).

Vivían en el barrio de la Barceloneta, donde en esa época se juntaban ladronzuelos, prostitutas y todas las "joyas" de la ciudad en general. Mi abuelo no tenía demasiada buena relación con su madre, por lo visto la vida que le tocó no la convirtió precisamente en buena persona y demasiado a menudo se peleaban, mi madre me contaba que de pequeño cuando jugaba con sus hermanos en la calle, la yaya Carmen les avergonzaba gritándoles desde el balcón:


-¡Hijos de la gran puta! ¡Cabrones! ¡Subid que la comida ya está lista!

Y naturalmente sus compañeros de juego se reían de ellos, mi abuelo no sabia si deseaba morirse o matar a su madre.

En cuanto pudo se alejó de ese barrio y conoció a mi abuela, la iaia Elvireta, de quien se enamoró y a quien quiso toda su vida. Cuando ella le dijo que su padre, l'avi Rafel, no les dejaba casarse ( el venia de "buena familia" y mi abuelo era un don nadie y para postres ¡no era catalán!) el le dijo:

-¿Como que no? Vas a ver como si que nos deja...

Y engendraron a mi madre, una solución rápida y eficaz para un amor no consentido, mi bisabuelo ( de el también os voy a contar cosas mas adelante) nunca le tragó, pero aprendió a tolerarlo.


Al poco de nacer mi madre, estalló la guerra civil, y mi abuelo, que tuvo la suerte de librarse por que era muy bajito ( la culpa de mi talla es de el, seguro) y ya era padre de familia, pero era joven e idealista, se alistó voluntario y se fue a luchar con los republicanos- mi abuela le quería matar....-y mas tarde, en plena batalla del Ebro, cuando las cosas se pusieron feas, los ideales no le valieron para nada y huyó, no le pillaron por desertor, pero cuando consiguió regresar a Barcelona, le detuvieron por "rojo" y pasó una buena temporada preso en el castillo de Montjuïc, adonde mi pobre abuela tenia que ir a verle andando para llevarle comida y ropa limpia-solia decirle que si no le mataba Franco, le mataría ella...por idiota- tuvo suerte y salió de ello con vida, al cabo de unos años tuvieron a su segundo hijo, mi tiet Miquel, y a partir de entonces tuvo una vida bastante normal y mas tarde incluso una buena jubilación, se convirtió en un magnifico "amo de casa " cuando ya de mayores mi abuela tuvo una trombosis que la dejó bastante tocada.Yo le recuerdo como a un abuelo divertido, bastante gruñón e incapaz de reconocer cuando se equivocaba (debe de ser genético).

Con el tiempo y supongo que por hacer feliz a mi tío, que era insoportablemente independentista, se volvió hiper-catalanista, casi no hablaba de sus orígenes y mucho menos de su pasado en la Barceloneta.
Recuerdo que olía siempre a colonia y tenia la cabeza suave, por que se cortaba el pelo muy cortito y a mi me gustaba pasarle la mano por encima por que parecía de terciopelo, y también que tenía un dedo al que le faltaba una falange, por culpa de un accidente de cuando trabajaba de ferroviario, a mi me encantaba que me lo enseñase, por que la uña le había crecido con una forma curva y suave, y el me dejaba jugar y se reía...era generoso y le gustaba hacernos regalos sin venir a cuento, visitar Barcelona con el era genial, por que conocía a todo el mundo y te llevaba gratis a museos y lugares geniales, con los años adquirió una cultura general bastante aceptable


-Haz crucigramas-me decía- ¡yo he aprendido mucho con los crucigramas!


y era verdad...

Luego cuando yo era adolescente le encontraba insoportable, supongo que el a mi también, pero en general conservo un buen recuerdo ... y muchas historias, por eso he querido hablaros de su vida, ahora me gustaría que pudiese leer esto, para que viese que no le he olvidado y que aun hablo de él.



Fins sempre avi "blembo".



( En la fotografias, mi abuelo, de pequeño, en la Barceloneta, con mi abuela y mi madre pequeñita, justo despues de la guerra ...y conmigo de pequeña)





























sobrenatural  

Posted by: Elvira in , ,


Bueno.. mis hijos me dicen que ya es hora de que os cuente algo sobre mi familia y sus fantasmas, así que les voy a hacer caso.
No se si en todas las familias se cuentan cosas sobre sucesos paranormales, supongo que es un mundo que atrae a mucha gente, seguramente por que nos fascina lo desconocido. Yo siempre he pensado que si quieres ver cosas, las vés, y si te mueves en ambientes propicios, todavia más, y en mi familia materna habia mucha tendencia a moverse en esos ambientes, quizá por ganas de encontrar respuestas, o quizá por simple curiosidad, la cuestión es que mi bisabuela materna (Elvira, la "iaia petit, petit") asistía asiduamente a sesiones con "brujas", como ella las llamaba, supongo que hoy las habrían llamado mediums o pitonisas, y claro, consciente o inconscientemente, trasmitía todas esas creencias a sus hijas, y mi abuela (tambien Elvira, la "iaia Elvireta") siempre nos contaba esto que yo os voy a relatar ahora.
Sucedió cuando mi abuela era pequeñita, tendría unos 11 o 12 años. Eran tres hermanas, Maria, Elvira y Aurora, La Mayor, Maria, ya trabajaba por aquel entonces, en el turno de noche, y mis bisabuelos tenian fiesta al dia siguiente, asi que les apeteció salir un poco esa noche, quizá ir al cine o a casa de unos amigos, no lo recuerdo bien, la cuestión es que decidieron dejar a las niñas acostadas y salir, yo siempre lo he considerado una imprudencia, recuerdo que ya se lo decia a mi abuela, pero por lo visto en esos años no lo veian así. O sea que dejaron a las niñas en la cama, advirtiendoles que se durmieran y que sobretodo, no abrieran la puerta a nadie, bajo ninguna circunstancia, y dejando a mi abuela de responsable ( nunca lo fué...) se fueron.
Las niñas, como es natural, no se quedaron en la cama dormiditas, se levantaron, jugaron a las casitas, corrieron por todo el piso, encendieron la radio y se lo estaban pasando en grande cuando ecucharon que llamaban a la puerta de abajo.
Mis bisabuelos vivian en un primer piso, con un balconcito que daba a la calle, y habian dejado cerradas las puertas tanto del rellano como la de entrada a la escalera, asi que quien fuese, estaba llamando a esa puerta.
Mi abuela cuando escuchó que llamaban, le dijo a su hermana que hicieran silencio y apagó la radio, pero quien fuese que llamaba insistió, asi que ella pensó que quizá eran sus padres que habian olvidado algo y como era curiosa, como todos los niños, salió al balcon, solo para ver quien era.
Vió a un hombre, un desconocido, ella siempre me lo describia como a alguien alto, con sombrero y capa negros, no llegó a verle la cara, pues era de noche y ella lo miraba desde arriba, y cuando mi abuela ya iba a entrar en el piso de nuevo, habló.

-Abridme la puerta...
Mi abuela se asustó, pues recordó de sopetón que le habian dicho que no se movieran de la cama , entró dentro y le dijo a su hermana que estuviera calladita, que era un hombre que no conocian y que no le abriria, pero el hombre volvió a llamar, esta vez mas fuerte, y ante la insitencia, mi abuela volvió a salir:
-¿Que quiere?-le dijo desde la seguridad de su balcon

-Abridme la puerta...-repitió el desconocido

-No-dijo mi abuela- estamos solas en casa y no podemos abrir, váyase y vuelva cuando esten mis padres
-¡Abreme!-gritó el desconocido

Mi abuela empezaba a asustarse de verdad

-¡Le he dicho que no!-gritó ella tambien

entonces el hombre sin levantar la cabeza dijo con toda calma:

-Elvira... abreme la puerta o te vas a arrepentir...

Mi abuela, viendo que quien fuese sabia su nombre, entró a toda prisa, cerró a cal y canto , apagó las luces y cogiendo a su hermana de la mano se la llevó a la cama y se tapó hasta la cabeza, intentando no oir los golpes que el desconocido daba en la puerta y que eran cada vez mas fuertes... y entonces sucedió.
Los golpes cesaron, y cuando ya creien que se podien relajar y dormir, oyeron un ruido, ella me decia que era parecido a cuando escuchas pasar el metro por debajo de tus pies. Y entonces se encendieron las luces, los armarios comenzaron a abrir y cerrar sus puertas, cayeron platos y adornos rompiendose contra el suelo, las luces parpadeaban y la radio se encendió y cambiaba de emisora sin cesar, las sillas de la habitación cambiaban de sitio y en medio de todo eso oyeron al hombre de la calle que las llamaba y les decia que le dejasen entrar ...
Ellas estaban aterrorizadas y se quedaron en la cama llorando tapadas hasta la cabeza mientras en su casa las cosas se movian y funcionaban solas locamente, al mas puro estilo de poltergeist, y cuando mas miedo tenian y mi abuela ya no sabia que hacer...todo paró.
Se quedaron tapadas, temblando de miedo, hasta que alguien entró en la habitación y las destapó, las dos niñas salieron chillando y llorando para descubrir que eran sus padres que habian vuelto a casa, asustados al verlas en aquel estado, les preguntaron que les pasaba, Mi abuela se lo contó llorando, pero al llegar al punto en que se caian los platos se dió cuenta de que sus padres se miraban con incredulidad.. y es que todo estaba en su sitio, las sillas, las estanterias, los platos...

-No puede ser..-dijo mi abuela- ¡se caia todo!
Pero ya se sabe que cuando eres pequeño, cuesta que te tomen en serio y aunque mi bisabuela fué a los pocos dias a ver a la "bruja" para que le limpiase la casa de malos espiritus, mi abuela pensó que nunca la creyeron, su padre le dijo que habria sido una pesadilla, pero entonces mi tia abuela le dijo:
-¿Y hemos soñado las dos lo mismo, papá...?

Cuando alguien que quieres te cuenta cosas como esta, no sabes que pensar, yo recuerdo que cuando le preguntaba a mi abuela si volvió a ver al desconocido me decia que no "gracias a dios", y cuando me explicaba esta historia yo siempre le preguntaba al final, quien creia que era ese desconocido, para escuchar con una mezcla de miedo y fascinacion que ella sabia muy bien quien era.

-¿Quien, iaia..?-insistia yo, sabedora ya de la respuesta

-El diablo.-me decia con miedo aún- ¡pero yo no le abrí la puerta!